La orografía submarina está marcada por su origen volcánico determinando una variedad
paisajística
única dentro de las Islas Canarias. Profundos acantilados submarinos, que caen por debajo de los
200
m muy próximos a costa, o extensas plataformas entre islas hacen que las inmersiones en
Lanzarote
sean de lo más diversas. Cuevas, arcos, veriles (acantilados submarinos), bajones, barcos
hundidos,
arrecifes artificiales, tubos volcánicos, encuentros con grandes animales, bosques profundos de
corales, buceo con tiburones, todo es posible en Lanzarote.
El sentido común, la prudencia, el respeto y la información son el secreto de unas inmersiones
seguras. El objetivo es potenciar un buceo responsable que apueste por conservar el entorno y
que se
esfuerce por mejorarlo.